El debate al respecto de si las mascarillas son o no realmente necesarias es muy grande. En un principio supimos que era muy recomendable usarlo, mientras se hacían eco varias opiniones de especialistas que afirmaban que no era necesario.
Otras opiniones decían que no sólo no era necesario, si no que no era recomendable por poder provocar el efecto contrario al deseado.
Al debate se sumó la pronta y dolorosa situación de desabastecimiento en las farmacias y diversos puntos de venta. Además, los diferentes tipos de mascarillas hicieron que comprar mascarillas fuera todo un reto.
¿Son realmente necesarias las mascarillas? ¿Son efectivas para no contagiarnos frente al COVID? ¿Nos ayuda a prevenir el contagio si tenemos el virus? ¿Qué modelo de mascarilla es el que debería comprar? ¿Reutilizable o desechable?
Todas estas preguntas y un sin fin más han estado en circulación continuamente. Basándonos en fuentes oficiales y fiables vamos a intentar responder a todas estas cuestiones en este artículo.

¿Necesitamos utilizar mascarillas? ¿Cuándo debemos usarla?
El COVID se transmite a través del aire, sobre todo por mediante toses y puedes contargiarlo de manera asintomática. Por esta razón para prevenir se deben hacer diversas accciones:
- Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón o geles desinfectantes.
- Taparnos con el codo para toser
- No entrar en contacto con familiares o amigos si pensamos que podemos tener el coronavirus.
Para tratar el virus no existe todavía una vacuna ni un tratamiento específico. Aunque se están testeando diversos tratamientos efectivos para otros tipos de enfermedades víricas similares.
Por lo tanto, lo mejor para parar el virus es la prevención. Es aquí donde se discute si es efectivo o no el uso de mascarillas.
La respuesta a esta pregunta es tan sencilla cómo entender los tipos de mascarillas existentes. Cada tipo de mascarilla está diseñado para un tipo de escenario o situación y te lo resumimos en esta tabla:
Tipo | Para no contagiarse | Para no contagiar | Propiedades | |
---|---|---|---|---|
FFP1 sin válvula | ![]() |
❌ | ✅ | – Protección mínima recomendada – No protege frente a organismos infecciosos – Limita la propagación del contagio |
FFP2y FFP3 con válvulas | ![]() |
✅ | ❌ | – Protege pero no limita el contagio |
FFP2 Y FFP3 sin valvula | ![]() |
✅ | ✅ | – Protege y limita la propagación del contagio |
Mascarilla quirúrgica desechable | ![]() |
❌ | ✅ | – No es un equipo de protección. – Limita el contagio |
Mascarilla casera | ![]() |
❌ | ✅ | – Limita el contagio pero no protege. |
Las mascarillas que son EPI deben por ley cumplir ciertos requisitos antes de ponerse a la venta para garantizar que evitan el filtraje de tóxicos. Las mascarillas quirúrgicas son material médico y no cumplen la normativa EPI, por lo que son únicamente preventivas. Además, deben desecharse cada ciertas horas, cuando está demasiado húmeda.
El Gobierno ha fijado un precio máximo que las mascarillas quirúrgicas pueden tener, lo que hace que sean las más económicas a pesar de no ser las más seguras.
Las mascarillas de tipo FFP2 y FFP sí cumplen la normativa EPI tanto si tienen valvula o no. Lo recomendable es que no la lleven, aunque son más incómodas.
Conclusión: para evitar el contagio, ¿mascarilla si o no?
Las mascarillas están diseñadas para proteger de patógenos hacia el exterior, por lo tanto, sí es útil utilizar mascarillas. Eso sí, no todas valen.
En un principio casi todas son altamente efectivas para evitar que personas que están pasando el virus lo contagien en su entorno. El tejido está diseñado en principio para prevenir más que para proteger.
Como vemos, lo ideal es tener una mascarilla que está homologada como N95, es decir, las mascarillas FFP2 o FFP3. Eso no quiere decir que las mascarillas de otro tipo no sean efectivas ni debas usarlas, si no que no tienen las garantías que ofrecen las de homologación N95. Estas mascarillas son las conocidas como de normativa EPI.
Por lo tanto, las mascarillas que pueden usarse y se usan con eficiencia son:
- Mascarillas quirúgicas para personas contagiadas o que sospechan que puedan estarlo, como prevención para contagiar a otras personas.
- Mascarillas autofiltrantes FFP2 o FFP3 para personas sanas que deben estar o han estado en contacto con personas contagiadas, para evitar verse afectadas por el coronavirus.
- Mascarillas autofiltrantes FFP3, para casos de personas que están siendo tratadas por coronavirus en espacios con medicamentos y otras personas contagiadas. Además los sanitarios utilizan estas mascarillas para el contacto con el paciente mientras les atienden. Recomendable también pasa usarse en espacios con mayor aglomeración de personas, como supermercados.
No sólo la mascarilla nos protege del contagio
Otros procedimientos para evitar la propagación del virus
El uso de mascarillas médicas de forma exclusiva no garantiza que estemos a salvo de contagiarnos con el coronavirus. No debemos pensar que por el simple hecho de ponernos una mascarilla no vamos a contagiarnos.
Las medidas más útiles se han comentado abundantemente en informativos y medios de comunicación como son las redes sociales.
Te dejamos los procedimientos mínimos para prevenir el COVID 19 de manera efectiva.
- Lavarse las manos regularmente: mantener un higiene elevado es una de las claves para prevenir la enfermedad. Lávate las manos cada pocas horas, si has salido de casa o tocado elementos que desconoces quién más ha podido tocarlos. Usa geles desinfectantes o jabon y agua.
- Lava tu compra: si has salido al supermercado, aunque hayas hecho la compra con guantes, no sabes quién estuvo en el supermercado antes que tú ni qué medidas de prevención aplicó. Lava con agua tu comida antes de almacenarla.
- Usa guantes. Si vas a salir de casa y necesitas entrar en contacto con otras personas o tocar cualquier cosa con las manos, hazlo con guantes y desechánlos cuando hayas terminado de usarlos.
- Utiliza papel para limpiar. Evita utilizar paños que pueden usarse más de una vez.
- Tápate la boca con el codo si vas a estornudar. Taparte con las manos es una mala idea. Las manos no retendrán la propagación de virus de manera tan efectiva como lo hace la flexión del codo.